De qué se compone un indicador de combustible

Para que sepas localizar el problema, conviene que conozcas cómo es el sistema indicador de combustible. Está formado de dos elementos principales: por un lado el reloj o indicador del cuadro y por otro el aforador de la bomba de gasolina. Este último elemento es una boya que flota y que está conectada a un potenciómetro. Según su posición, da una lectura al indicador del cuadro.

Que la aguja de combustible baje más rápido o más despacio en algunas zonas no necesariamente implica un mal funcionamiento del sistema indicador de combustible. Las formas de los depósitos son responsables de estos comportamientos. Por ejemplo, es habitual que la aguja dure muchos kilómetros tras llenar hasta arriba un depósito. Esto sucede porque desde la posición más alta de la boya del aforador de combustible hasta la boca de entrada del combustible, el aforador siempre permanecerá en la posición más alta posible, indicando, por tanto, el llenado máximo.

Tampoco supone un mal funcionamiento que el nivel varíe si el coche está situado en una pendiente. Estas condiciones hacen que el combustible se mueva, y por tanto, también el punto de flotación de la boya, que puede dar lugar a una lectura errónea. En los coches más modernos, el vehículo ha de estar un rato en estas posiciones inclinadas para mostrar la lectura, los cambios repentinos de corta duración no suelen afectar al sistema, que sabe interpretar (hasta cierto límite) estas situaciones.

Los depósitos de combustible acostumbran a tener en su interior una serie de paredes, para evitar que el combustible se mueva en exceso en las curvas, pudiendo dar lugar a que la bomba se descebe y el coche tironee por falta de combustible. Estas paredes son también las que evitar que en curvas el medidor de nivel pueda dar una lectura errónea, ya que al desplazarse el combustible, la posición del aforador de combustible y por tanto, su lectura, varía.